Bogotá, Agosto 29 de
2005
Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZÓN
PROCURADOR GENERAL DE LA
NACIÓN
REF: DERECHOS DE PETICIÓN:
1.- INTERVENCIÓN DEL PROCURADOR
GENERAL DE LA NACIÓN EN DEFENSA DEL ORDEN JURÍDICO y del PATRIMONIO
PÚBLICO PERTENECIENTE A TELECOM.
2.- INVESTIGACIÓN PENAL
CONTRA CARLOS SLIM. POR FRAUDE
PROCESAL, ley 599 de 2000, Artículo 453. “Fraude procesal.
El que por cualquier medio fraudulento induzca en error a un servidor
público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo
contrario a la ley, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años,
multa de doscientos (200) a mil (1.000) salarios mínimos legales
mensuales vigentes e inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas de cinco (5) a ocho (8) años.”
3.- INVESTIGACIÓN PENAL
CONTRA EL PRESIDENTE DE TELECOM,
ALFONSO GÓMEZ PALACIO, POR PREVARICATO POR OMISIÓN Y POR ACCIÓN.
ALEJANDRO BAQUERO NARIÑO,
con base en los artículos
60º.- El Estado promoverá, de
acuerdo con la ley, el acceso a la propiedad.
Cuando el Estado enajene su participación en una empresa, tomará las
medidas conducentes a democratizar la titularidad de sus acciones, y
ofrecerá a sus trabajadores, a las organizaciones solidarias y de
trabajadores, condiciones especiales para acceder a dicha propiedad
accionaria. La ley reglamentará la materia.
63º.- Los bienes de uso público, los
parques naturales, las tierras comunales de grupos étnicos, las tierras
de resguardo, el patrimonio arqueológico de la Nación y los demás bienes
que determine la ley, son inalienables, imprescriptibles e
inembargables.,
277 numeral 7 de la Constitución
Política, solicito:
1.- INTERVENCIÓN DEL PROCURADOR
GENERAL DE LA NACIÓN EN DEFENSA DEL ORDEN JURÍDICO y del PATRIMONIO
PÚBLICO PERTENECIENTE A TELECOM.
Doctor EDGARDO MAYA VILLAZÓN,
sobre el profundo caso de la referencia, no se ha elaborado un
inventario ( valoración ) de lo que podría vender Telecom y tampoco se
ha diferenciado claramente lo que a Telecom constitucionalmente le está
prohibido alienar ( vender ). Telecom es una empresa de todos los
colombianos que fundamentalmente puede suministrar servicios de
telecomunicación, esa es su función específica y univoca; Telecom nó
puede vender bienes de uso público que conforman su patrimonio físico
como son:
Edificaciones, redes e infraestructura
construida durante décadas,
Espectro electromagnético
El Acuerdo entre Telmex y Telecom, debe
invalidarse, este caso es un
inconstitucional e inconveniente contrato; se está actuando en contra
del artículo 63 de la Constitución, se intenta una apropiación
particular de bienes de uso público pertenecientes a la nación y
utilizados por Telecom, que no pueden venderse, porque son inalienables,
en esencia lo que se pretende es un saqueo al patrimonio público y otro
desafío al orden jurídico, por parte de oportunistas especuladores que
irrespetan las constituciones y patrimonios de las naciones del mundo.
Doctor EDGARDO MAYA VILLAZÓN,
en Colombia existen sinvergüenzas partidarios del detrimento del
patrimonio público, gritos y llanto demuestran este absurdo
antipatriótico: “El pasado viernes 26 de agosto, en el auditorio de
Telecom hubo aplausos, abrazos, gritos de júbilo y hasta llantos. Nadie
podía creer lo que acababa de suceder. El multimillonario mexicano
Carlos Slim, que la noche anterior había llegado al país en un jet
privado y se había hospedado en el Hotel Tequendama, acababa de anunciar
la firma del acuerdo que desde hacía una semana tenía en vilo al mundo
de los negocios: la fusión de la poderosa Telmex con Telecom, la empresa
más emblemática de las comunicaciones en Colombia.”; pero
afortunadamente también existen colombianos con vergüenza, así se
demuestra en el comunicado del 29 de Agosto de 2005:
“Contralor General abre debate por el
acuerdo entre Telmex y Telecom
Ministra de Comunicaciones y Presidente
de Telecom están citados mañana al Congreso.
Con la publicación -el fin de semana-
del memorando de entendimiento entre Telmex de México y Telecom también
se conocieron las primeras críticas a la posible operación.
El contralor General, Antonio Hernández
Gamarra, señaló que el proceso impulsado por el Gobierno debió haberse
desarrollado bajo un concurso abierto donde participaran todos los
posibles interesados en la empresa estatal.
Como se sabe, la estrategia utilizada
por Telecom fue la de mantener conversaciones informales con diversos
operadores y permitir que los interesados presentaran una oferta.
Otro aspecto que criticó el Contralor
General fue la valoración de Telecom.
Hernández Gamarra cuestionó,
basicamente, el corto tiempo destinado al proceso: 30 días. Como se sabe
la operación entre Telmex y Telecom fue valorada en 3.300 millones de
dólares.
Así mismo, el jefe del organismo de
control rechazó los términos en que fue elaborado el documento Conpes
3374 del 2005, que define la estrategia que debe seguir Telecom para
garantizar su viabilidad futura.
Mientras que el Conpes -publicado el
lunes pasado- habla de la búsqueda de un socio estratégico para la
empresa estatal en los próximos meses, la realidad era que para el
viernes este aliado ya estaba en Bogotá anunciando un principio de
acuerdo.
El Contralor fue enfático en señalar
que no cuestiona la necesidad de que Telecom cuente con un socio
estratégico, pero sí la forma en que este proceso se está desarrollando.
Precisamente, el organismo a su cargo realizará mañana un
pronunciamiento oficial sobre el mencionado convenio.
A las críticas del funcionario se
sumaron las de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) y
Empresas Públicas de Medellín (EPM) que, en carta enviada al presidente
Alvaro Uribe, advirtieron que una fusión de Telmex y Telecom podría
generar ventajas regulatorias para estas empresas en detrimento de los
demás operadores.
Las telefónicas señalaron al menos 30
asimetrías normativas que beneficiarían a Telmex y Telecom.
En el mismo sentido, se pronunció la
Asociación Colombiana de Empresas de Internet (Asonet).
Como si esto fuera poco, para algunos
analistas todavía no está claro si la operación entre la empresa
mexicana y Telecom puede ser entendida como una fusión o si debe ser
interpretada como una privatización, con lo cual habrían más reparos que
hacer al Gobierno.”
Eduardo Sarmiento P.
al respecto afirma: “La muerte de Telecom
El anuncio del Gobierno de fusionar
Telecom con Telmex de México es el desenlace de una serie de eventos que
se iniciaron en 1997. En ese año el Gobierno y el sindicato de Telecom
configuraron una comisión para estudiar la conveniencia de abrir el
mercado de las comunicaciones a los operadores nacionales e
internacionales. La mitad de la comisión votó en favor de la operación,
la otra mitad lo hicimos en contra, y el ministro de Comunicaciones se
inclinó por la primera opción. En efecto, el Gobierno procedió a
entregar el mercado a dos operadores por US$300 millones. Algunas de las
cifras incluidas en la ponencia que elaboré para sustentar mi posición,
ilustran el sinsentido de la decisión.
“La apertura de las telecomunicaciones
le significa a Telecom los desplazamientos de mercados e ingresos, lo
que redundará en cuantiosas caídas de utilidades y pérdidas de economías
de escala. En el caso concreto de dos operadores, Telecom y el Estado
incurrirán en una reducción de utilidades anuales de US$200 millones y,
a cambio de ello, obtendrán por la concesión una suma de US$300 millones
por una sola vez”.
Las cosas ocurrieron como se previeron.
En un principio Telecom perdió el control sobre las llamadas entrantes
de larga distancia internacional, es decir, la compensación que recibía
a través de las llamadas de salida. Luego, se vio sometida a una
competencia totalmente desequilibrada con operadores nacionales. Las
utilidades operacionales bajaron en forma sistemática e impidieron
conformar las reservas para cubrir el saldo pensional, que asciende a
$5,5 billones. Hoy en día Telecom tiene la tercera parte del mercado.
La apertura y la privatización se
justificaron en términos del fundamentalismo de mercado. Se presumía que
la multiplicidad de operadores generaría la competencia para mejorar la
eficiencia y la administración de las empresas. No se entendía, o no se
quería entender, que el argumento de la competencia no tiene ningún
sentido en actividades dominadas por las economías de escala y de
diversificación. Como lo confirman los hechos, el fraccionamiento
significa elevación de costos y el debilitamiento de las empresas. El
sector se ha convertido en una proliferación de empresas menores que
pueden ser absorbidas de un sorbo por las multinacionales.
En realidad, la operación de fusión es
una continuación de la apertura y el anticipo al TLC. En las
negociaciones se proscriben los cargos por la inversión fija en redes y
satélites. De hecho, las multinacionales que cuentan con otros mercados
están en condiciones de ofrecer el servicio a menores tarifas, porque no
tienen que pagar por la infraestructura. Las empresas nacionales quedan
entre vender los activos por debajo del costo de oportunidad o quebrarse
en el futuro.
No se aprendió de la experiencia. Los
sectores de las telecomunicaciones están dominados por bienes públicos
y, como tales, su negociación en el TLC requería un tratamiento especial
y un mayor conocimiento por parte de los expertos nacionales. El
desmonte de los cargos a las redes y las restricciones dejan al sector
desprotegido ante los competidores y, casi de entrada, significa la
desvalorización de la empresa. Igual sucede en otras áreas, como la
televisión. En este sector, el libre mercado implica el desplazamiento
masivo de las novelas y los actores nacionales por las películas
extranjeras, que tienen un costo 10 veces menor.
Infortunadamente, el tema no se ha
tratado con transparencia. Las transacciones se ocultan con artificios
semánticos. Así, el Gobierno dice que Telecom no se venderá ni se
privatizará, cuando se trata del traspaso de las redes y los satélites a
un consorcio internacional que adquiere el control de la organización.
Si esto no es venta y privatización, ¿qué es?
La operación de Telecom corresponde a
una entrega más, voluntaria o involuntaria, de los patrimonios
nacionales. Al principio de la implantación del modelo neoliberal las
privatizaciones se presentaban como el camino para mejorar la eficiencia
y la administración de las empresas. Ante las evidencias incontrastables
del fracaso, las fusiones y alianzas se presentan como un resultado
inevitable de la globalización, el progreso técnico y el gigantismo.
Los hechos revelan, más bien, que el
sector de las comunicaciones se ha visto abocado a un proceso de
desregulación mediante la sustitución del monopolio público por
múltiples oligopolios privados y mixtos, el fraccionamiento de las
empresas y ahora la eliminación del cargo a la infraestructura de redes
y satélites. Por este camino de las equivocaciones, los gobernantes, más
que la globalización, configuraron un marco institucional adverso para
las empresas nacionales, que, tarde o temprano, terminan en la quiebra o
en la venta por debajo del valor histórico.”
2.- INVESTIGACIÓN PENAL
CONTRA CARLOS SLIM, POR FRAUDE
PROCESAL. Actos administrativos y resoluciones contrarias a la ley, han
sido proferidas por funcionarios públicos y por el Presidente de
Telecom, Alfonso Gómez Palacio.
Doctor EDGARDO MAYA VILLAZÓN, el
Senador de la República Jorge Robledo, resumió el acuerdo entre Telmex y
Telecom, así: “El multimillonario mexicano Carlos Slim sólo dará por
más de la mitad de Telecom 150 millones de dólares, pues el resto de la
plata, hasta llegar a 1.700 millones de dólares, los pagará con las
propias utilidades de la empresa y a lo largo de quince años. ¿Cómo
calificar que se entregue a sólo 136 dólares cada línea instalada de
propiedad de Telecom?”, esta farsa se debe frenar porque está
vulnerando la Constitución con la arbitraria privatización de TELECOM,
así CARLOS SLIM obtendría un enriquecimiento ilícito, al apropiarse del
50% de una empresa construida y financiada con los impuestos de todos
los colombianos.
Editorial Portafolio 28 de agosto
de 2005
“Sociedad entre Telmex y Telecom,
negocio que da señales de confianza
Carlos Slim, el empresario más
importante de México, opina que Colombia tiene potencial para la
inversión.
La expectativa sobre la confianza en
los negocios se centró la semana pasada en el sector de las
telecomunicaciones, con la firma del memorando de intención para la
vinculación de la multinacional mexicana Telmex como socia de Telecom y
el interés de la Empresa de Teléfonos de Bogotá, ETB, y Empresas
Públicas de Medellín, EPM, de hacer parte del negocio.
La visita a Colombia del empresario
mexicano Carlos Slim y su reunión con el presidente Alvaro Uribe y con
los alcaldes de Bogotá y Medellín, Luis Eduardo Garzón y Sergio Fajardo,
respectivamente, constituye una señal de confianza en el país,
especialmente por su interés por extender la alianza no solamente a
estas empresas sino con otras telefónicas locales.
Slim expresó su confianza en Colombia y
destacó el alto potencial del negocio de las telecomunicaciones en el
país…”
Portafolio 28 de agosto de
2005
Glosas a la alianza de Telecom
El vicepresidente Francisco Santos
intervino activamente en el caso del contrato que por 113 millones de
dólares iba a adjudicar la Registraduría para la renovación de las
cédulas de los colombianos. Su pronunciamiento fue categórico: "ese
contrato iba a ser entregado a dedo por la Registradora y se logró
frenar". Y añadió que "de una adjudicación cerrada se pasó a un concurso
público que será vigilado de cerca por la oficina de Anticorrupción de
la Presidencia, la Contraloría y la Procuraduría".
Aunque son totalmente válidos los
argumentos de la Registradora, en el sentido de que la Ley le permitía
hacer esa adjudicación, compartimos los criterios expresados por el
Vicepresidente pues estamos convencidos de que contratos estatales de
esa magnitud deben ser adjudicados con toda transparencia y en
condiciones de competencia que le permitan a todos los interesados
participar en igualdad de condiciones, de manera que al final el Estado
logre los mejores términos en la contratación.
Lo que no hace mucho sentido es que el
mismo día en que el Vicepresidente hizo esa enfática intervención en
favor de la transparencia, el Gobierno anunció la inminente adjudicación
de otro multimillonario negocio estatal, cuyos ingresos esperados pueden
ser cien veces superiores al valor del contrato de la Registraduría. Nos
referimos a la privatización de Telecom resultado del compromiso de
asociación entre Telmex la empresa de Carlos Slim, el magnate mexicano
de las comunicaciones.
Para evitar malentendidos debemos hacer
dos aclaraciones sobre nuestra posición respecto de ese negocio. La
primera es que consideramos absolutamente necesario que Telecom realice
una alianza estratégica de este tipo para garantizar no sólo su
supervivencia como empresa sino también la prestación del servicio
público a millones de colombianos que dependen de ella. Con la
revolución tecnológica en el campo de las telecomunicaciones las
empresas de telefonía fija deben hacer cuantiosas inversiones para
permanecer competitivas, o buscar alianzas con empresas de telefonía
móvil que hoy tienen el liderazgo del mercado. Por eso este tipo de
negocios no sólo es necesario para Telecom, sino que las otras
telefónicas públicas como EPM, ETB o Emcali deben apresurarse a realizar
alianzas similares.
La segunda es que sentimos respeto y
admiración por la visión y la capacidad empresarial de Carlos Slim, sin
lugar a dudas uno de los empresarios latinoamericanos más destacados. No
hay ninguna duda de que cumple todos los requisitos para ser uno de los
aliados estratégicos o socios que necesitan nuestras empresas públicas,
y que tiene la capacidad financiera y tecnológica para garantizar el
futuro de la empresa.
Nuestra preocupación radica en el
procedimiento utilizado por el alto Gobierno para seleccionar al
eventual socio mayoritario de Telecom, y la forma como se adelantaron
las negociaciones, cuyos resultados solo se hicieron públicos el pasado
viernes. El proceso dista de lo ideal, puesto que en él no se estimula
una sana puja entre potenciales aliados.
Otra falla de este caso es que se puede
estar violando la Constitución y la Ley, pues por tratarse de la
privatización de una empresa pública se debería cumplir lo señalado en
el artículo 60 de nuestra Carta Política y los procedimientos
establecidos en la Ley 226 de 1995 para garantizar la democratización de
la propiedad y las condiciones preferenciales para los trabajadores y el
sector solidario. Podría argumentarse que estas normas son un obstáculo
para negocios de tanta sofisticación y complejidad como los de las
telecomunicaciones, pero de ser cierto el argumento lo procedente es
cambiar la Ley, y no ignorarla o buscarle esguinces.
Creemos que lo más conveniente para
este caso es que el gobierno haga los ajustes necesarios para que el
futuro aliado de Telecom salga de una verdadera competencia -en igualdad
de condiciones- entre varias alternativas. Aplaudimos los esfuerzos del
Presidente Uribe y su equipo para encontrarle una salida a la
encrucijada de las telecomunicaciones públicas, pero para que ese
proceso salga bien es indispensable garantizar que la escogencia final
sea la óptima.”
El Espectador 28 de agosto de
2005 Juan Fernández
La operación involucra recursos por
US$3.300 millones
Ecos de la alianza Telmex-Telecom
La pelea por el mercado de las
telecomunicaciones en América Latina toma cada vez más fuerza. Telmex,
del magnate Carlos Slim, dio la última cachetada a la española
Telefónica, su rival en la región, al anunciar ayer un memorando de
entendimiento en el que los accionistas de Telecom y los de la empresa
mexicana notifican su intención de asociarse.
El principio de acuerdo, que estaría
cerrado en unos 30 días, supone la fusión de las operaciones de Telecom
y la filial de Telmex en Colombia. Como resultado del negocio, la
empresa mexicana quedaría con el 50 por ciento más una acción de
Telecom, mientras que la Nación y los actuales accionistas de ésta
última quedarían con el 50 por ciento menos una acción.
Telmex se vincularía con su operación
en Colombia, avaluada en US$90 millones, y desembolsaría US$260 millones
en efectivo. Sumando pasivos e inversiones, la operación involucraría
recursos por cerca de US$3.300 millones. Según la ministra de
Comunicaciones, Martha Pinto de De Hart, el principio de acuerdo entre
las dos compañías, “permitiría a la Nación defender el patrimonio
público, reduciendo el riesgo que implica administrar una empresa en el
competido sector de las telecomunicaciones, asegurando el pago del
pasivo pensional (que llega a $6,9 billones) a unas 16.300 personas”.
Para el presidente de Telecom, Alfonso
Gómez, además de cumplir el pago de las pensiones, el negocio busca
garantizar el servicio de la compañía, inyectarle capital para realizar
inversiones en redes, apostarles fuertemente a los servicios de banda
ancha y, quizá lo más importante, tener acceso a la movilidad mediante
una asociación con Comcel, la empresa de telefonía móvil de Slim en
Colombia.
“Las partes reconocen como elemento
esencial del proyecto la celebración de la alianza, la cual deberá
permitir que la compañía agregue a su portafolio de servicios la
telefonía móvil celular y un plan de trabajo para la identificación,
captura e implementación de las sinergias de operación conjunta, y cuyos
ahorros y ventajas sean distribuidos equitativamente entre la compañía y
Comcel para alcanzar mayor participación en el mercado de forma rentable
para los participantes y/o mejorar la rentabilidad de sus productos”,
señala el memorando de entendimiento firmado entre las dos partes, que
deja abierta la posibilidad para que cualquier otra compañía interesada
haga una oferta por Telecom.
Es en la movilidad, además de las
redes, donde está el dinero de verdad en la industria de las
telecomunicaciones. Y Slim lo sabe. No en vano espera concretar
inversiones por US$650 millones para Comcel con el fin de conservar su
liderazgo en el mercado. “Esperamos que en Colombia, que pasó de tener
un teléfono móvil por cada 25 personas, lleguemos a un teléfono por cada
dos habitantes”, dijo Slim al anunciar el principio de acuerdo entre su
empresa y Telecom. “Así como ha sido de exitosa la telefonía celular en
el país en tan corto tiempo, buscamos el desarrollo de las
telecomunicaciones como conjunto y el fortalecimiento financiero de la
empresa”.
Jorge Chico, director general de
Telmex, concuerda con Slim y agrega que la alianza que se está
planteando responde a una característica del mundo actual de las
telecomunicaciones.
El valor de la movilidad
El éxito alcanzado en el mercado
celular fue fundamental en la decisión de Slim de poner sus ojos en
Telecom. “América Móvil (empresa filial de Telmex) ha ingresado con
mucho éxito al mercado colombiano de telefonía inalámbrica y es probable
que de ahí haya surgido el interés de Slim por Colombia, además de un
buen potencial de crecimiento por una baja penetración del servicio
telefónico en el país”, dice desde Ciudad de México Ana Gabriela Ocejo,
subdirectora de análisis y estrategia de inversión de Scotibank
Inverlat, Grupo Financiero.
El interés también surge de las
sinergias que pueden establecerse por medio de las operaciones de
Telecom (marca, cartera de clientes, oferta de servicios, red, etc.) con
las de Telmex Colombia y Comcel. “Esto le permitirá posicionarse mejor
para ofrecer servicios a clientes corporativos —los más atractivos del
mercado—, como también abaratar costos operativos al utilizar la red de
Telecom para servicios de última milla a las redes inalámbricas de
Telmex Colombia y de Comcel”, señala José Otero, presidente de Signals
Consulting, una consultora de telecomunicaciones con sede en Miami.
Antes de incursionar en nuevos
mercados, Telmex también considera la red telefónica instalada, el
mercado actual y potencial, y hasta qué punto puede darles valor,
rentabilidad y finalmente flujo a las compañías que absorbe. “En
Telecom, parece que Telmex visualiza todo esto”, apunta Manuel Güereña,
director asociado de Standard & Poor’s, en Ciudad de México.
El negocio también le significaría a
Telmex asumir una posición privilegiada en un mercado con pocas
compañías de telecomunicaciones que, seguramente, tendrán que replantear
su modelo de negocio y salir a buscar aliados con suficiente músculo
financiero. Así, por lo menos, ya lo han expresado la Empresa de
Telecomunicaciones de Bogotá y las Empresas Públicas de Medellín.
El mismo Slim ha hecho manifiesto su
interés y tras anunciar el principio de acuerdo dijo: “No solamente
estamos pensando en esta alianza de Telmex con Telecom. Podemos ir con
otras asociaciones para desarrollar integralmente el mercado de las
telecomunicaciones en Colombia”.
Duelo de titanes
Con una posición dominante en el
mercado colombiano, Slim empezaría a tejer una poderosa estructura que
incluiría telefonía fija y móvil. Esta estrategia la ha implementado en
sus distintos mercados de forma bastante exitosa, pues le ha permitido
establecer sinergias que no posee en operaciones donde su oferta de
telefonía móvil carece de presencia fija. “Los casos más exitosos no son
necesariamente mercados grandes, pues Guatemala, El Salvador y
Nicaragua, junto con México, se presentan como operaciones en donde se
han podido ver las ventajas de las sinergias”, explica Otero, de Signals
Consulting.
Eso no quiere decir que Telmex haya
agotado los mercados más grandes de América Latina. En algunos, como el
brasileño, todavía está verde. “La compañía tiene muy claro su mapa”,
dice Güereña, de Standard & Poor’s. “En México, Telmex genera el flujo
de efectivo excedente; en Brasil tiene la mayor posibilidad de crecer y
en el resto de Latinoamérica puede hallar una combinación de márgenes,
flujo y crecimiento interesantes para la compañía y sus inversionistas”.
Tanto América Móvil como Telmex
empiezan a posicionarse en la región y a explorar otras oportunidades
para desarrollar nuevos mercados que cuentan con una favorable
expectativa en cuanto a rentabilidad. De otra forma, no podrá hacerle
frente a Telefónica de España, su rival en la región. “Telmex está en
posibilidades de competir con Telefónica en América Latina, pero su
estrategia deberá ser bastante agresiva”, expresa Ana Gabriela Ocejo, de
Scotibank Inverlat.
Por lo pronto, el mercado espera la
consolidación de la asociación de Telecom y Telmex en Colombia y el
siguiente paso de Slim en su cruzada para conquistar América Latina con
su imperio de telecomunicaciones.
Líneas cruzadas
Además de hacer pública su intención de
participar en el proceso que está desarrollando el Gobierno Nacional
para encontrarle un socio estratégico a Telecom y de estar buscando un
socio internacional que apalanque las operaciones de las compañías, la
Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) y las Empresas Públicas de
Medellín (EPM) advierten que Telmex y Telecom podrían tener ventajas
regulatorias.
En una comunicación al presidente
Álvaro Uribe, los presidentes de ETB, Rafael Orduz, y de EPM, Juan
Felipe Gaviria, expusieron sus preocupaciones por la suma de
preferencias regulatorias que han favorecido históricamente a Telecom y
a las empresas de telefonía móvil, en detrimento de las empresas de
telefonía local, y le pidieron que corrija las desigualdades a la hora
de firmar un preacuerdo entre el Gobierno Nacional, propietario de
Telecom, y la multinacional Telmex.
Según Orduz y Gaviria, en el eventual
negocio existen algunos elementos que dejan en evidencia varias y muy
graves desigualdades y ventajas normativas que le facilitarán a Telecom
y a su eventual aliado desplazar a los operadores locales y llevar, de
paso, a la agonía la telefonía fija.
“Nos preocupa que los beneficios hasta
hoy otorgados por la regulación al operador que prestaba en gestión
directa los servicios de telecomunicaciones en casi la totalidad de la
geografía nacional, sean endosados sin restricción al operador que se
designe como aliado de la estatal”, afirmaron Gaviria y Orduz, quienes
agregaron que algunos episodios recientes, como la posibilidad de
regular las tarifas fijo-móviles, han mostrado el poder que se esgrime
sobre el sistema regulatorio cuando se pretende corregir actuaciones
monopolísticas que derivan en sobrecostos para usuarios e instituciones.
Reacciones
Mauricio López
Director ejecutivo de la Comisión de
Regulación de Telecomunicaciones
El negocio es una buena opción para el
Gobierno colombiano, para Telmex, para Telecom, para los usuarios,
debido a la entrada de nuevos productos y servicios. De darse, la
transacción les permitirá a ETB y EPM seguir los mismos pasos para
incursionar a nivel nacional y mundial en el mercado de las
telecomunicaciones. Sin embargo, el Estado debe esforzarse en regular
las acciones que se vayan desarrollando a lo largo del funcionamiento
del nuevo negocio. No sé que tan sano haya sido que una empresa de
capitales públicos reciba una propuesta de esta magnitud en tan sólo
treinta días.
José Fernando Bautista
Presidente de Asocel
Cualquier operación que implique
inversión fresca es interesante para una empresa pública como Telecom.
Ahora, lo importante es que el Gobierno aclare a los usuarios y
empresarios las dudas que salgan a lo largo del camino y de esta forma
evaluar paso a paso el negocio y que esas mismas reglas de juego les
sirvan a otras industrias de la comunicación. Definiría este negocio
como sorprendente, no porque se haya logrado, sino porque Telecom
encontró un socio de gran potencial….”
NEGOCIOS
El efecto Slim
Con el memorando de entendimiento entre Telmex y Telecom
arranca un revolcón en las telecomunicaciones en Colombia. ¿Cuáles son
los escenarios más probables?
El presidente de Telecom, Alfonso Gómez Palacio, no sólo
logró que el magnate mexicano Carlos Slim viniera al país a firmar el
acuerdo de entendimiento para fusionar a Telecom con Telmex, sino que
puso a correr a sus competidores, ETB y EPM.
“El pasado viernes 26 de agosto, en el
auditorio de Telecom hubo aplausos, abrazos, gritos de júbilo y hasta
llantos. Nadie podía creer lo que acababa de suceder. El multimillonario
mexicano Carlos Slim, que la noche anterior había llegado al país en un
jet privado y se había hospedado en el Hotel Tequendama, acababa de
anunciar la firma del acuerdo que desde hacía una semana tenía en vilo
al mundo de los negocios: la fusión de la poderosa Telmex con Telecom,
la empresa más emblemática de las comunicaciones en Colombia.
Esta firma marcaba no sólo el final de
una era, sino también el comienzo de una nueva partida en el ajedrez de
la telefonía nacional. Si en los próximos 35 días no hay una oferta
mejor a la del mexicano, entre Telecom y Telmex Colombia habrá una
fusión. Y si esto es así, el mundo de las comunicaciones en el país ya
no volverá a ser el mismo. ¿Para dónde va?
El escenario más probable es que
Telecom se fusione con Telmex y creen una compañía donde cada una es
dueña del 50 por ciento. Una acción de más a favor de Telmex le daría el
control de la operación a Slim, pero con la garantía de mantener el
cubrimiento nacional telefónico, aun en los lugares más apartados. Por
esta administración, la nueva empresa le pagaría a Slim el 3 por ciento
de los ingresos totales que tenga.
En total, los recursos implicados en la
operación ascienden a 3.300 millones de dólares, de los cuales Slim pone
la mitad. El magnate mexicano aporta 260 millones de dólares en
efectivo, que van a la caja de la nueva empresa a financiar inversiones
en banda ancha e Internet. También aporta al negocio su empresa Telemex
Colombia, valorada en 90 millones de dólares, dueña del 15 por ciento
del mercado nacional de valor agregado, y presente en 17 ciudades del
país.
Slim se compromete, además, a pagar la
mitad de la deuda de Telecom, que asciende a 7,6 billones de pesos. Ésta
se compone de un pasivo pensional por 5,9 billones de pesos, deudas
pendientes de la liquidación de Telecom por 1,3 billones de pesos y
contingencias de los joint ventures por 400.000 millones de pesos. Dicha
deuda se salda en un plazo máximo de 15 años, a través del pago de un
dividendo pactado de 402.000 millones de pesos anuales, que se
actualizará cada año a una tasa fija de lo que suba la inflación más el
4 por ciento.
El gran valor de este negocio radica en
la movilidad que Slim puede aportarle a Telecom a través de Comcel, la
empresa de telefonía celular que tiene en Colombia desde 2000. Mientras
en Colombia el tráfico de larga distancia nacional cayó 25 por ciento en
el último año, en el mismo período, el tráfico celular creció 193 por
ciento. Esta cifra es superior a la de otros países como Chile, y
México, donde el mercado aumento hasta 140 por ciento en los momentos de
mayor auge. Colombia es hoy el país de América Latina donde la telefonía
móvil crece a mayor ritmo.
El otro escenario es que ETB y EPM
logren llegar a algún tipo de acuerdo con Telefónica de España, dueña en
Colombia de la marca Movistar. De ser así, el país tendría un duopolio
en el cual se preserva la competencia y continúa la guerra de tarifas
que se viene viviendo en el sector en los últimos años. Por ahora, lo
único que se ha conocido es que las dos empresas de Bogotá y Medellín
unirán sus códigos de larga distancia, y en lugar de ser 07 de ETB y 05
deOrbitel (de la cual EPM es dueña del 50 por ciento), serán ahora el
057. Este anuncio parece apresurado, pues pone en riesgo la enorme suma
que las dos empresas han invertido en posicionar sus códigos en el
mercado. Dicen los conocedores que Telecom, que continuará con su código
09, puede robarles en un lapso de seis meses 20 puntos de participación
en el mercado.
El tercer escenario, que sería el peor
de todos, es que ETB y EPM logren llegar a algún tipo de acuerdo con
Slim. De ser así, Telmex quedaría con un cuasimonopolio en el país, a
todas luces lo menos conveniente desde el punto de vista del consumidor.
Si se llega a dar esta megafusión, el país habrá dado un giro de 360
grados: del monopolio estatal de Telecom, a una ardua competencia entre
varias empresas públicas y privadas, y ahora volvería a un solo jugador
con el control de la telefonía fija, y con buena parte de la celular.
Las declaraciones optimistas de Slim el viernes pasado a la salida del
almuerzo con los alcaldes de Bogotá y de Medellín, dejaron entrever que
este escenario no es tan improbable.
Con tanto en juego, no hay duda de que
lo que se decida en los próximos dos meses cambiará para siempre el
perfil del negocio de las telecomunicaciones en Colombia. La telenovela
apenas comienza.”
3.- INVESTIGACIÓN PENAL CONTRA
EL PRESIDENTE DE TELECOM,
ALFONSO GÓMEZ PALACIO, POR PREVARICATO POR OMISIÓN Y POR ACCIÓN al
autorizar el precipitado y publicitado acuerdo entre Telmex y
Telecom.
El funcionario público ALFONSO GÓMEZ
PALACIO, nó ha solicitado al Ministerio de hacienda, los 7,6 billones de
la deuda de Telecom, para su pago, al contrario ignora esta necesidad y
calla sobre este estudio, así, limita la capacidad del Estado Social de
Derecho, oculta la realidad generando un caos en Telecom que no ha
planteado, la opción lógica y autodeterminante del aporte de la nación
por medio del presupuesto; para solucionar este crucial asunto y
situación mediante soberanía monetaria, la necesidad definitiva, al
autorizar este precipitado y publicitado acuerdo, además de violar el
derecho de todos los colombianos a la igualdad ante la ley, a la
información veraz e imparcial, este funcionario, confunde a la opinión
pública.
Incluir la deuda de Telecom, en el
presupuesto nacional, para evitar falacias como la venta a particulares
nacionales y aún extranjeros, es y será la solución.
ALEJANDRO BAQUERO NARIÑO
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